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Channel: Fotografía de Naturaleza - JM Gavilán
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Águila imperial ibérica (Aquila adalberti)

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Águila imperial ibérica (Aquila adalberti)

Clasificación científica
Reino:              Animalia
Filo:                 Chordata
Clase:              Aves
Orden:             Accipitriformes
Familia:           Accipitridae
Subfamilia:      Buteoninae
Género:           Aquila
Especie:           Aquila adalberti

El águila imperial ibérica (Aquila adalberti) es una especie de ave accipitriforme de la familia Accipitridae. Es una de las aves endémica de la Península Ibérica. Hasta no hace mucho se le consideraba una subespecie del águila imperial (Aquila heliaca), pero estudios de ADN recientes, sobre ambas aves, demostraron que estaban lo suficientemente separadas como para constituir una especie distinta. El águila imperial ibérica es un ave muy amenazada, en 2011 se estimó una población de unas 300 parejas. Su nombre conmemora al príncipe Adalberto de Baviera.

El plumaje es pardo muy oscuro en todo el cuerpo, excepto en los hombros y la parte alta de las alas, de color blanco. La nuca es ligeramente más pálida que otras partes del cuerpo, y la cola rectangular más oscura, sin bandas claras o líneas blancas como en el águila imperial oriental; las garras son robustas. En el caso de los individuos subadultos, éstos son pardo-rojizos y no desarrollan el plumaje y la madurez sexual de individuos maduros hasta los 5 años de edad. El tamaño medio de los adultos es de entre 78 y 83 cm de altura y 2,8 kg de peso, si bien las hembras, más grandes que los machos, pueden llegar a los 3,5 kg. La envergadura de alas varía entre los 1,8 y 2,1 m.
Viven unos 20 años de media, habiéndose documentado ejemplares de 27 años en el medio natural y de 41 en cautividad.

Históricamente la persecución de esta especie hizo que las parejas supervivientes fueran las que se refugiaron en zonas de difícil acceso y relieve abrupto, generalmente en zonas de montaña. Su recuperación ha llevado a que las nuevas parejas, y también algunas antiguas vayan ocupando espacios de llanura y monte bajo.

Habita en encinares y alcornocales de sierras, llanuras con amplias zonas despejadas en las cercanías, estando presente, a veces, en zonas de pinos entremezclados con matorral mediterráneo. Se ha constatado incluso en zonas de dunas y marismas cercanas a la costa. Sus mayores densidades se alcanzan en terrenos llanos o con relieves suaves, con formaciones arbóreas de importancia, aunque no dominantes, como las dehesas, y con buenas poblaciones de conejos.
Dentro del territorio del águila, de su zona de campeo, se pueden distinguir tres zonas: la zona de nidificación, la zona de alimentación cercana que es el cazadero más habitual, siendo defendido por la pareja para su uso exclusivo, y la zona de alimentación lejana que se usa de manera más ocasional, siendo su uso compartido con otras parejas y otras rapaces, y se usa con más frecuencia fuera de la época de cría.
Al contrario que el águila imperial oriental de Eurasia y África oriental, la especie ibérica no emigra. Cada pareja defiende su zona de caza y reproducción (unas 2.000 hectáreas) durante todo el año.

La mayor parte de su alimentación lo constituyen los conejos, que cazan en solitario o en pareja. También depreda sobre liebres, palomas, cuervos y otras aves; en menor medida zorros, ardillas terrestres y pequeños roedores; pueden alimentarse ocasionalmente de carroña, sobretodo en invierno. Caza en terrenos abiertos capturando las piezas desde el aire, aunque los ejemplares jóvenes suelen cazar más al acecho. En ocasiones la pareja sale a cazar juntos; mientras uno levanta la presa el otro la captura.

A principios de año comienza su llamativo cortejo, de manera que hacia marzo ya están las parejas consolidadas. El águila imperial ibérica es monógama. En la época de celo las águilas reacondicionan uno de los nidos que han usado durante años anteriores, rotando de uno a otro. Estos nidos están situados en la copa de árboles como alcornoques o pinos. Es en esta época, durante la reproducción, es cuando más sensible es el águila imperial a la presencia humana. Incluso puede abandonar la puesta si es molestado y nidificar de nuevo en un lugar más tranquilo.
La puesta típica consta de 4 a 5 huevos que se incuban durante 43 días. Al contrario de lo que ocurre con las águilas reales, los dos polluelos suelen llegar a adultos, excepcionalmente incluso tres. Si el año es malo y hay poca comida, el pollo mayor la acapara y puede ser el único que sobrevive; no obstante, se puede asegurar que el águila imperial ibérica no practica el cainismo.
Cuando necesitan ir en busca de comida, los padres cubren los huevos o polluelos con hojas y ramas para evitar que sean descubiertos por los depredadores, algo que a veces no es suficiente, terminando con alguno de los pollos capturado por un águila real o, en el caso de los nidos mas bajos, incluso un zorro u otro carnívoro de tamaño medio.
Los jóvenes abandonan el nido entre 65 y 78 días después de nacer, pero continúan viviendo en las inmediaciones y siendo alimentados por los padres durante 4 meses. Pasado este tiempo, se independizan y emprenden una vida nómada. Cuando alcanzan la madurez sexual suelen visitar los límites de los territorios de parejas sedentarias a la búsqueda de algún individuo de sexo contrario «soltero» o «viudo». Los jóvenes nómadas son frecuentemente atacados por las parejas de adultos en cuyos territorios se han adentrado.

Por primera vez en 50 años, el águila imperial ibérica supera ya las 400 parejas reproductoras en España y Portugal, según los datos del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente (MAGRAMA). La SEO, la Sociedad Española de Ornitología, afirma que es "una buena noticia" pero que se tardará todavía tres años más en alcanzar el objetivo fijado por los expertos de 500 parejas. En España, cinco comunidades autónomas acogen ejemplares de esta especie emblemática de nuestra fauna: Madrid, Castilla y León, Extremadura, Castilla-La Mancha y Andalucía
La recuperación de la rapaz más amenazada de Europa es ya un hecho. En 2013 se ha censado un mínimo de 407 parejas en toda la Península Ibérica, 396 en España y 11 en Portugal. Castilla-La Mancha es la región que alberga una mayor cantidad de parejas (al menos 150 parejas); seguida de Andalucía, con 91; Castilla y León, con 56; Extremadura, con 50 y Madrid, con 49.
"Sin lugar a dudas es una gran noticia", como asegura la SEO (Sociedad Española de Ornitología). Sobre todo si tenemos en cuenta que en el año 2004 contábamos sólo con 198 parejas, y ahora mismo hemos doblado esa cifra en España".

Rabilargo (Cyanopica cyanus)

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Rabilargo (Cyanopica cyanus)
Clasificación científica
Reino:             Animalia
Filo:                Chordata
Clase:             Aves
Orden:            Passeriformes
Familia:          Corvidae
Género:          Cyanopica
Especie:         Cyanopica cyanus
El Rabilargo, rabúo o mohíno (Cyanopica cyanus) es una especie de ave paseriforme, de la familia Corvidae, que habita en la parte oriental de Asia y al oeste de la Península Ibérica.
Es un córvido pequeño de 34 cm y 70 gr de peso, algo más pequeño que una urraca, el rabilargo destaca sobre todo por la coloración azul celeste de sus alas y cola, lo que además da nombre a la especie. Tiene pico, patas y un capirote negros, la garganta blanca y el cuerpo leonado. No existen diferencias de coloración entre sexos.
En la Península Ibérica se encuentran en el cuadrante sur occidental y el en centro; habita en bosques mediterráneos, dehesas, huertos y zonas arboladas, no muy densas, próximas a algún curso de agua. Las poblaciones asiáticas se han acostumbrado a la cercanía del hombre y se pueden ver en parques y jardines de las ciudades.
Se creía que la población de la península había sido introducida en el Siglo XVI por marineros portugueses procedentes de Asia, pero un análisis del ADN de las poblaciones asiática y peninsular ha demostrado que son genéticamente diferentes y, por tanto, la población presente en la Península Ibérica no puede haber sido introducida recientemente. Esto, además, se refuta con el hallazgo de un fósil de rabilargo en una cueva de Gibraltar.
Nidifican en colonias. Hacen nidos en las horquillas de los árboles, con un armazón de madera y una parte interior compuesta por materia vegetal y pelo de animales. Ponen de 5 a 7 huevos, de color ocre, en abril o mayo, que incuba la hembra. Ambos miembros de la pareja se ocupan de la alimentación de los pollos, que salen del nido al cabo de dos semanas.
Los invertebrados son lo más típico en su dieta. Durante gran parte del año se alimentan de hormigas, saltamontes, gusanos, escarabajos y lombrices. También se alimentan de frutas del bosque, semillas, cereales, higos, bellotas, aceitunas y uvas. En ciertas ocasiones atacan nidos de otras especies de pájaros, como golondrinas, gorriones y alcaudones. También es frecuente observarlos alimentándose de carroña. Como se puede ver la dieta del rabilargo es muy variada.
Sufre, al igual que la urraca, el parasitismo del Críalo (Clamator glandarius).Cuando el Rabilargo ha realizado su puesta, el Críalo aprovecha la menor oportunidad para depositar sus huevos en el nido. De esta forma los rabilargos incuban y alimentan a los pollos del Críalo también, y estos, muchas veces, por su nacimiento y desarrollo más precoz, acaban con los polluelos del rabilargo.
Son aves gregarias, más aún que los cuervos o las urracas. Frecuentemente se desplazan en bandadas de diez o hasta cien individuos. Viven y crían en colonias en pinares o encinares. Al atardecer, pueden formar dormideros que engloban a varios bandos, pero los bandos no se mezclan entre sí, separándose al día siguiente.

Búho chico (Asio otus)

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Búho chico (Asio otus)

Clasificación científica
Reino:             Animalia
Filo:                Chordata
Clase:              Aves
Orden:            Strigiformes
Familia:           Strigidae
Género:           Asio
Especie:          Asio otus

Longitud: de 35 a 37 cm
Envergadura: de 85 a 95 cm
Peso: 210-330 g
Longevidad: de 15 a 20 años

El búho chico (Asio otus) es una rapaz nocturna estrigiforme, una especie de la familia Strigidae.
Es de gran tamaño y bastante común en el Sur y el centro de Europa. Viven en pequeñas arboledas y bosques de coníferas, tanto de pino silvestre (Pinus sylvestris), pino negral (Pinus nigra) como bosques de pino carrasco (Pinus halepensis), convenientemente rodeados de extensas áreas abiertas de matorral o pasto alto en las que preda. Si el bosque es muy grande, ocupa sus orillas para estar cerca de sus zonas de caza. En España el Búho chico anida en casi todas las regiones, cubriendo irregularmente toda la superficie peninsular. Aunque en principio, se comporta como sedentaria, no por ello deben descartarse algunos movimientos dispersivos.

El Búho chico se caracteriza por sus grandes penachos, que pueden apreciarse desde que es un pollo, y está cubierto por un plumón espeso. El plumaje general es ocráceo con moteado de color gris y blanco en la zona del pecho. El dorso es de color pardo con manchas marrones oscuras y finas estrías blancas sobre las plumas escapulares. En las partes inferiores presenta una coloración pardo-grisácea con manchas oscuras y alargadas. Las plumas llegan a cubrir hasta la punta de los dedos. El disco facial es de color pardo dorado claro, enmarcado por un borde negruzco, contrastando con las tonalidades blancas de la frente y cuello; tiene un plumón blanco llamativo entre los ojos, que destaca de su pico oscuro; presenta dos plumas oscuras a modo de "orejas” y los ojos anaranjados; el rostro es generalmente alargado, aunque puede cambiar enormemente si se siente muy amenazado, escondiendo las “orejas” y adoptando una forma mucho más redondeada. El pico y las uñas son de color negro. Ambos sexos iguales.
Los jóvenes son muy parecidos a los adultos, diferenciándolos por poseer las plumas con aspecto de plumón en la cabeza, garganta y parte más baja del vientre. Volando presentan en la parte inferior de las alas unas tonalidades más claras.

Caza exclusivamente durante la noche. Tienden a volar bajo, lo que hace que sea más fácil, para ellos, llegar a su presa rápidamente. Sus alas baten en silencio, por lo que su presa no los oirá, hasta que es demasiado tarde. Una mordedura rápida en la parte posterior del cuello, es todo lo que necesita para matar a la presa. También pueden usar sus garras para recogerlo.
Sus presas son fundamentalmente roedores (ratones, ratas, topillos, murciélagos, musarañas…) y en menor medida aves (fringílidos, gorriones…) e insectos (abejorros, escarabajos…). Expulsa dos egagrópilas al día por término medio, una en el lugar de descanso durante el día y otra mientras caza.

El cortejo comienza en el mes de febrero; durante su parada, el macho, efectúa vuelos acrobáticos, planeando como una hoja seca o ejecutando saltos acompañados con sonoros chasquidos de las alas.
No construyen nido, utiliza el nido de un córvido (urraca, corneja, cuervo…) e incluso de un gavilán o una ardilla; a veces construye en el suelo. Entre marzo y abril pone 3-5 huevos en intervalos de 48h. La hembra los incuba desde el primero de 25 a 30 días. Los pollos, alimentados por ambos sexos, dejan el nido después de unos 25 días, deambulando por las ramas desde que son muy pequeños.
Aunque no puede hablarse de colonialismo, en esta especie, existe una cierta tendencia a anidar cerca de otras parejas, pudiéndose encontrar varios nidos en pocos kilómetros.

Por el día puede ser visto durmiendo en grupos en pinos altos, aunque se camufla muy bien. En la noche cerrada, y tras haber lanzado algunas llamadas, sale de su retiro y recorre su territorio.
Si se sorprende posado, el aspecto es el de una rama gruesa y corta. En esta situación el Búho chico se mantendrá inmóvil, con los ojos semicerrados, el rostro comprimido y el plumaje muy pegado al cuerpo. Los grandes penachos eliminan la posibilidad de confusión con ninguna otra especie. Muy al contrario ocurrirá si lo avistamos en vuelo, situación en la que fácilmente podríamos confundirlo con el Búho campestre.

Búho real, el Gran Duque (Bubo bubo)

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Búho real (Bubo bubo)

Clasificación científica
Reino:             Animalia
Filo:                Chordata
Clase:             Aves
Orden:            Strigiformes
Familia:          Strigidae
Género:          Bubo
Especie:         Bubo bubo

Longevidad: pueden vivir hasta veinte años, aunque mucho más en cautividad.
Longitud: 58-72 cm.
Peso: 2-3 Kg en los machos y de 2-4 Kg las hembras.
Envergadura: con las alas abiertas pueden medir entre 140 y 170 cms

El Búho real (Bubo bubo) es una especie de ave Strigiforme de la familia Strigidae. Es la rapaz nocturna de mayor tamaño de nuestros bosques, distribuida por Europa, Asia y África. Su nombre científico deriva de la onomatopeya de los sonidos que emite, y ya desde la Edad Media se le conocía como Bubo en los bestiarios. Debido a su majestuosidad y a su fácil cría en cautividad, es usado con relativa frecuencia en el arte de la cetrería.
El búho real puede encontrarse en múltiples hábitats desde zonas semi-desérticas, bosques templados, estepas y hasta en la tundra. Aunque la presión humana ejercida durante la mitad del siglo XX, hizo retroceder sus poblaciones, las cuales quedaron relegadas a, únicamente, las zonas montañosas más inaccesibles. Actualmente se encuentra en un proceso de expansión muy importante, recuperando gran parte de sus zonas de distribución.
Son animales muy territoriales, delimitando sus dominios con cantos desde los posaderos, que puede llegar a oírse a varios kms, o marcando las rocas con sus heces. El tamaño del territorio de cada pareja varía ampliamente dependiendo principalmente de la disponibilidad de presas y de la densidad de otras parejas en la zona.
El búho real llamado también gran duque es la rapaz nocturna más grande de la Península Ibérica. Es inconfundible por su considerable tamaño y sus “orejas”, dos penachos de plumas erectas, en forma de V, que tienen como misión romper la forma redondeada de la cabeza; el macho tiene las plumas de las "orejas" más erizadas que la hembra. Tiene la cabeza y el dorso leonados, tirando a rojizos. En su parte frontal tiene tonos más claros salpicados densamente de manchas marrones y finas estrías leonadas en sus plumas. Bajo el mentón tiene una mancha clara, de gran tamaño, que sirve de comunicación visual con su pareja. El disco facial está poco marcado, sobresalen sus grandes ojos anaranjados y su fuerte pico negro y curvo, perfectamente diseñado para desgarrar la carne. Sus patas, con tarsos completamente emplumados, tienen poderosas garras de uñas muy afiladas y de gran tamaño. Las hembras suelen ser más corpulentas que los machos. Poseen un finísimo oído.
Cazan normalmente por la noche, prefiriendo los espacios abiertos a los bosques. Se trata de un superdepredador, que se encuentra en uno de los lugares más altos de la cadena trófica, y gracias a su aleteo muy silencioso, su fino oído y su extraordinaria vista, puede cazar a sus presas casi en total oscuridad. Su dieta está basada en pequeños mamíferos, como ratones y ratas de campo, lirones, incluso otros más grandes como conejos y ardillas. También caza aves como córvidos, grajillas, arrendajos, perdices, palomas, urracas… otras rapaces como halcones, cernícalos, milanos, lechuzas, autillos o mochuelos. Al ser un superdepredador también se atreve con rapaces de gran tamaño como los busardos ratoneros o los milanos reales.
Una vez digerida su presa, regurgitan por la boca en forma de egagrópilas las partes menos digeribles de su presa como son los huesos y el pelo.
Ambos sexos viven normalmente solos y no se juntan hasta llegada la época del cortejo. Llegado el mes de febrero, la pareja de búhos prepara el nido, que suele situarse en una repisa de un acantilado. Apenas utilizan materiales para construirlo, teniendo como prioridad para su ubicación un lugar protegido del agua de la lluvia; en ocasiones puede utilizar viejos nidos de otras aves rapaces, como busardo ratonero o azor común.
La puesta de huevos suele producirse entre febrero y marzo. La hembra incuba los huevos mientras el macho consigue el alimento. Al cabo de 36 días los huevos eclosionan; los pollos que suelen ser de dos a tres, en la única nidada anual, abandonan el nido pronto dispersándose por los alrededores, donde son alimentados; tienen un plumón blanco, que lo cambian por otro pardusco entre los 10 a 12 días. Aunque la tarea de alimentación y cuidado de los pollos es ejercida, mayoritariamente, por la hembra, el macho, durante este periodo, colabora activamente aportando las presas a las inmediaciones del nido.

Mito (Aegithalos caudatus)

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Mito (Aegithalos caudatus)

Clasificación científica
Reino:             Animalia
Filo:                Cordados
Clase:             Aves
Orden:            Passeriformes
Familia:         Aegithalidae
Género:          Aegithalos
Especie:         A. caudatus

El mito (Aegithalos caudatus) es un ave paseriforme de la familia Aegithalidae que se encuentra en bosques de coníferas, robledales y encinares así como en sotos y matorral espeso, de gran parte de la Península Ibérica, habitualmente por debajo de los 1.500 metros de altitud. Nidifica en gran parte de la península, más frecuente en el tercio norte y escaso en Baleares y Canarias.
Es una especie inconfundible, dada su coloración, larga cola y su reducido tamaño; mide unos 13-14 cm y pesa unos 7-8 gramos. Tiene color pardo en el dorso y rosáceo pálido por el vientre, con la zona alar oscura, casi negra, y algunas bandas blancas. La cabeza es blanca, con dos listas negras a los lados del píleo; el pico muy pequeño de color negro; ojo relativamente grande, de color negro, con un anillo naranja o amarillo que, habitualmente, solo se observa a simple vista la parte superior. Las patas son delgadas y oscuras.
Entre los meses de marzo a junio, cuando llega la época de apareamiento se vuelven monógamos, aunque gustan de estar siempre rodeados de otros miembros de su familia o clan, formándose grupos  de hasta 30 individuos.
La pareja construye un nido, muy elaborado, en la parte alta de arbustos o árboles; los nidos tiene forma de bolsa con una entrada lateral, tejidos con musgo, líquenes e incluso telas de araña y recubierto por dentro de plumas, de origen tan dispares como tórtolas, palomas, gallinas, cualquier pluma le vale, llegándose a contabilizar hasta 2000 plumas en un nido; hace dos puesta anuales, de ocho a diez huevos con pintas rojizas. Durante unos 15-16 días son incubados prácticamente por la hembra y una vez nacidas las crías, pasan unas dos semanas antes de que abandonen el nido; vecinos adultos, cuyos intentos de nidificación han fracasado, a menudo, ayudan a los padres a alimentar las crías, hasta que estas se valen por si mismas.
Se trata de una especie con poblaciones abundantes en España, es sedentaria, por la que se la puede observar durante todo el año. Es una ave muy vivaz y de carácter gregario, activa, con movimientos rápidos y acrobáticos; su cuerpo más bien rechoncho y su larga cola nos permitirán poder identificarlo con facilidad a simple vista.
En la época de cría, los mitos se encuentran en linderos y claros del bosque, choperas y sotos. Al contrario que los carboneros y herrerillos, raramente visitan los jardines. Al llegar el invierno permanecen en los bosques en grupos familiares, recorriendo casi todos los días itinerarios muy fijos y recogiéndose a dormir sobre una rama, formando un grupo compacto.
Se alimentan básicamente de insectos y arañas; a veces semillas y brotes.


Autillo europeo (Otus scops)

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Autillo europeo (Otus scops)

Clasificación científica
Reino:            Animalia
Filo:                Chordata
Clase:             Aves
Orden:           Strigiformes
Familia:         Strigidae
Género:         Otus
Especie:        Otus scops

El Autillo europeo (Otus scops) es una rapaz nocturna, especie de ave estrigiforme de la familia Strigidae. Es el búho más pequeño de la fauna ibérica, algo mayor que un zorzal, con 20 cm de altura, 50 cm de envergadura y 100 g de peso, siendo la hembra mayor que el macho.
Su plumaje, de color pardo grisáceo o pardo rojizo, manchado y rayado de pardo negruzco, es extremadamente críptico, pasando completamente desapercibido en sus posaderos, en las ramas de los árboles donde vive. El iris de los ojos es de color amarillo limón, aunque mas pálido en los pollos, el pico es negro y presenta dos penachos faciales, a modo de orejas, bien visibles cuando se posa en posición erguida.
Lo podemos localizar posado en una rama, a poca altura, en los grandes plátanos que bordean parques y jardines. Es familiar en las ciudades, cuyas luces atraen los numerosos insectos que forman la base de su alimentación. Pasa los días inmóvil, contra el tronco de un árbol, con su cuerpo alargado, de un color muy parecido a la corteza, de la que es indistinguible. No retorna a la actividad hasta que cae la noche.
Se alimenta principalmente de insectos, que caza al vuelo o al acecho, como abejorros, mariposas nocturnas, saltamontes e incluso arañas, pero en época de cría también puede hacer presa sobre pequeños roedores, pajarillos, lagartijas y anfibios. Las egagrópilas son pequeñas, poco consistentes y se desmenuzan con facilidad porque poseen gran cantidad de restos de quitina.
Anida en una cavidad de árbol, muro o roquero; a veces en las cajas anideras o en los viejos nidos de otras aves, como carpinteros y pito real; el tamaño de la puesta varía entre 3 y 6 huevos, puestos cada 2 días, incubados sólo por la hembra, y en unos 25 días nacerán los pollos, que alimentados por la hembra con comida que aporta el macho al nido, volarán en unas cuatro semanas.
Como todos los búhos, el autillo vive en pareja de por vida. A los dos les gusta posarse juntos, mordisqueándose el plumaje mutuamente, mientras profieren débiles silbidos.
Es un animal estrictamente nocturno. Realiza grandes movimientos migratorios, pasando los inviernos en el África subsahariana y desplazándose hacia Europa para reproducirse y criar a los pollos en verano.

Azor común (Accipiter gentilis)

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Azor común (Accipiter gentilis)

Clasificación científica
Reino:              Animalia
Filo:                 Chordata
Clase:              Aves
Orden:             Accipitriformes
Familia:           Accipitridae
Subfamilia:     Accipitrinae
Género:           Accipiter
Especie:          Accipiter gentilis

Longevidad: pueden vivir hasta diez años.
Longitud: de 29 a 48 cms. aproximadamente.
Peso: de 160 a 330 grs. aproximadamente.
Envergadura: con las alas abiertas pueden medir alrededor de 90 a 110 cms.

El azor común (Accipiter gentilis) es una especie de ave accipitriforme de la familia Accipitridae. Recibe también los nombres de azor septentrional, azor norteño y gavilán azor. El azor es una rapaz diurna que frecuenta las zonas arboladas de nuestros bosques; habita en bosques densos, tanto de llanura como de montaña, y rara vez sale a campo abierto. Es de tamaño mediano y la forma de su cuerpo le asemeja a un gran gavilán o a un halcón, aunque la especie se encuentra realmente emparentada con las águilas. Su envergadura es de alrededor de un metro, y como en todas las aves rapaces, el macho es de menor tamaño que la hembra.
Su plumaje dorsal es de color pardo y la zona ventral es clara con listas horizontales de color gris. Los individuos jóvenes tienen el plumaje de la zona ventral de color rojizo con manchas oscuras, en vez de lucir el barrado de los adultos. Su cabeza es redondeada y en ella destaca el píleo, que es de color oscuro, con una banda gris claro por encima de sus grandes ojos, cuyo color varía con la edad, pasando de amarillo a rojo-anaranjado; estas últimas características son algunas de las más evidentes diferencias faciales con los halcones, que carecen de dichas manchas y cuyos iris son oscuros.
Otra característica que comparte con las águilas es la forma de la cabeza y el pico, así como las garras, que son cortas, romas y muy fuertes, ya que el azor, al igual que las águilas, no mata a sus presas desnucándolas con el pico, como hacen los verdaderos halcones, sino que lo hacen con la presión de sus garras.
Cuando llega el mes de abril, la pareja se suele instalar en el mismo nido del año anterior, una vez que ha procedido a restaurar los desperfectos ocasionados por la época invernal. El nido es una plataforma de ramas, colocado normalmente en una rama, cerca del tronco, de un árbol de gran porte, aprovechando un viejo nido de córvido o de otra rapaz.
Deposita de 3 a 4 huevos azulados, en un intervalo de unos tres días. La incubación es realizada mayoritariamente por la hembra, la cual es alimentada por el macho durante el período que esta dura, unos 36 a 41 días; los pollos abandonan el nido tras 40 días.
El azor se alimenta fundamentalmente de distintas especies de aves: cuervos, urracas, arrendajos, palomas, tordos, perdices…, también pequeños mamíferos: conejos, liebres, ardillas, topillos, ratones…, así como lagartos e insectos. Acostumbra a cazar al acecho, posado en una atalaya o lugar privilegiado desde poder observar su territorio y localizar a sus posibles presas sin ser visto; una vez localizada, ataca siguiendo un ángulo muerto, normalmente desde abajo en el caso de un ave en vuelo, o a ras de suelo si su presa está en el suelo. Si la presa es muy grande la despedaza, en el mismo lugar donde la capturó, si es más pequeña se la lleva a un posadero don el azor regurgita, en forma de egagrópila, las partes más difíciles de digerir de sus presas.
El azor común es un ave especializada en la caza de ecosistemas arbóreos; sus alas resultan cortas para su tamaño, y tienen los extremos redondeados; al mismo tiempo, su cola es proporcionalmente larga, y barrada con 4 ó 5 franjas oscuras. Estas características le permiten una gran movilidad y capacidad de maniobra en un ambiente con mucha vegetación, y sus cortas alas impiden que choque contra la foresta del bosque de forma que es capaz de volar sin problemas en un ambiente denso. Estas características cinegéticas le dieron su valor desde la antigüedad como ave predilecta en cetrería para cazar en el bosque.

Buitre leonado (Gyps fulvus)

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Buitre leonado (Gyps fulvus)

Clasificación científica
Reino:               Animalia
Filo:                  Chordata
Clase:               Aves
Orden:             Accipitriformes
Familia:           Accipitridae
Subfamilia:    Aegypiinae
Género:           Gyps
Especie:          Gyps fulvus

El Buitre leonado (Gyps fulvus) es una especie de ave falconiforme de la familia Accipitridae, es una rapaz diurna y carroñera de gran tamaño; tiene una longitud de 96 -110 centímetros y una envergadura de alas de 250 a 280 centímetros; es una de las mayores rapaces que puede encontrarse en la Península Ibérica, superando en envergadura incluso al águila imperial ibérica. Junto con el buitre negro, el quebrantahuesos y el alimoche (en verano), es una de las pocas especies de buitres que pueden verse en Europa. Se le puede localizar en la cuenca mediterránea y norte de África.
En cuanto a su hábitat, prefiere los parajes solitarios con cortados fluviales, cantiles o grandes rocas donde instalar sus nidos al abrigo de cualquier repisa, aunque cualquier pared vertical o acantilado de más de 50 metros e inaccesible les sirve de buitrera o lugar de descanso. Sale a buscar comida a terrenos despejados.
El buitre es un ave planeadora. Los buitres leonados no suelen batir las alas más que para despegar de un posadero o desde tierra, ya que para sus desplazamientos suelen aprovechar las corrientes térmicas ascendentes, en las que se introducen, remontándose en amplios círculos. Una vez alcanzada la altura deseada se deslizan planeando hacia su objetivo. En la Península Ibérica es una especie sedentaria que se puede ver todo el año. 
Su rasgo principal es su cuello "pelado", someramente recubierto de un fino plumón blancuzco. En la base del cuello se encuentran una serie de largas plumas blancas y leonadas, a modo de gorguera. La gorguera o collareta no le recubre el cuello, sólo la base del mismo. En los jóvenes, ésta es ocrácea, en lugar de blanca como en los adultos. Su plumaje es enteramente pardo claro, leonado, de ahí su nombre vulgar, salvo las alas y la cola que son negros. El pico es ganchudo y arranca largas tiras de carne con facilidad. Las patas son grises y relativamente débiles, pues no necesitan capturar presas como las de las águilas y halcones.
Su alimentación se basa en carroñas que localiza gracias a su excepcional visión y a la ayuda de otras aves menores (milanos, grajillas, urracas, etc.) quienes le indican con sus movimientos la presencia de un cadáver. Cuando descienden para alimentarse (forman grandes aglomeraciones de animales, donde no faltan las peleas por las mejores tajadas, aunque en la mayoría de las ocasiones respetan su orden jerárquico. Dada la escasez de grandes ungulados en Europa como ciervos, gamos o muflones debido a la caza y la desaparición de los bosques, las carroñas dejadas por los pastores constituyen una parte importante de la dieta de este animal.
Los buitres leonados entran en celo en los meses de diciembre a abril. El cortejo tiene lugar en vuelo; los machos planean sobre las hembras y bajan las patas hasta casi tocarlas. Después  forman parejas estables y pasan unos 58 días incubando su único huevo, en turnos de entre un día o dos cada uno. Los nidos se agrupan en colonias, donde las aves más inexpertas ocupan los lugares más expuestos a la meteorología. Posteriormente se turnan con la misma frecuencia para dar de comer a su cría. El polluelo crece a un ritmo bastante lento, pero constante. Al contrario que otras aves, si no recibe la cantidad suficiente de alimento, no puede retrasar su crecimiento y muere de inanición. Las crías emprenden su primer vuelo hacia el mes de julio, pero siguen manteniéndose una temporada cerca del nido hasta que llega el momento de independizarse. A los cuatro o cinco años de edad se aparean por primera vez.

Buitre negro (Aegypius monachus). "El monje"

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Buitre negro (Aegypius monachus)

Clasificación científica
Reino:             Animalia
Filo:                Chordata
Clase:             Aves
Orden:           Accipitriformes
Familia:          Accipitridae
Género:          Aegypius
Especie:         A. monachus

El Buitre negro (Aegypius monachus) es una especie de ave accipitriforme de la familia Accipitridae, la única de su género y uno de los pocos buitres que se pueden encontrar en Europa junto con el Buitre leonado, Quebrantahuesos y Alimoche.
Una de las más grandes y pesadas rapaces del mundo, se encuentra en grave peligro de extinción, incluso en España, que constituye el último refugio del ave en Europa Occidental.

La envergadura media de esta especie es de 250 cm, algo más que la del buitre leonado, aunque se han mencionado casos de individuos que podrían haber llegado a los tres metros.
Se trata del ave de mayor envergadura presente en la península ibérica, pues alcanza los 250-295 cm; el peso varía entre 7 y 11,5 kg en los machos y entre 7,5 y 12,5 kg en las hembras.
En vuelo presenta una silueta compacta con alas muy rectangulares y cola corta. Como casi todos los buitres, el buitre negro también es un planeador que rara vez bate las alas. En el aire recoge la cabeza hacia atrás y mantiene las alas desplegadas, mientras que la cola hace el papel de timón.
Es frecuente observar interacciones en carroñas con Buitres Leonados, Alimoches, milanos y córvidos, y en raras ocasiones con Quebrantahuesos. Resulta dominante sobre todas estas especies, siendo las agresiones en las carroñas frecuentes entre miembros de la misma especie y con otros Buitres leonados.

El plumaje es preferentemente negro, salpicado de marrón oscuro en el dorso. El cuello y parte de la cabeza son negros y desprovistos de plumas, aunque en la cara y coronilla se puede encontrar un poco de plumón negro. El pico destaca por su color gris claro, aunque la punta también es negra. En la base del cuello crecen unas plumas pardas oscuras a modo de gorguera y debajo de ellas otra fila de plumas de color claro que cubren la parte superior del pecho. No existen diferencias aparentes entre machos y hembras, aunque sí entre los adultos y los jóvenes, que tienen un plumaje casi negro.

Su principal área de distribución es asiática, abarcando toda el área desde Turquía y el Cáucaso hasta Manchuria. En Europa se le puede encontrar en Crimea, Grecia, varias islas mediterráneas (Chipre, Creta, Sicilia, Córcega, Cerdeña y Mallorca) y el suroeste de la Península Ibérica. En invierno se le puede encontrar también en el valle del Nilo y Palestina.

Vive en roquedos y barrancos con abundante vegetación. Su hábitat, y casi exclusivo en España, son los bosques de pinos y, particularmente, las «manchas» de monte bravío. El Buitre negro construye en ellos su nido, que puede alcanzar enormes dimensiones.
Su hábitat preferido de nidificación se distribuye exclusivamente en ambientes boscosos. Las principales colonias se asientan en bosques densos de encinas, quejigos y alcornoques, pino silvestre, pino resinero y pino negro y menos frecuentemente en pino carrasco. Las altitudes en que se encuentran sus nidos oscilan entre los 400 y los 1.900 m. En las islas Baleares aparece en los pinares de los acantilados costeros.

Cuando, volando a círculos a gran altura, descubre un animal muerto, se lanza en picado con las alas recogidas y las patas colgando, produciendo un ruido zumbante.
Los buitres negros demuestran ser más escrupulosos que los buitres leonados a la hora de comer carroña. Cuando se acercan al cadáver de un gran mamífero desgarran la piel y se alimentan casi exclusivamente de materia muscular, evitando las vísceras. En caso de tragar piel o pelos, los expulsan más tarde en forma de egagrópila.
En sus nidos se han encontrado restos de conejos, ardillas, tortugas y lagartos, cosa que hace suponer que también pueden capturar pequeñas presas vivas. Sólo ocasionalmente consume insectos, incluso hierba con la que también alimenta a su pollo. Se estima que un individuo precisa unos 500-700 gr diarios de alimento.

Esta especie es monógama y anida en los árboles. Cada temporada, aunque a veces pasa alguna sin procrear, la pareja retorna al mismo nido que han ocupado año tras año. Utilizan ramas secas cortas y de cierto grosor para construir o reparar el nido; éste suele estar tapizado de pelo, lana, restos de egagrópilas y algo de materia vegetal.
La hembra pone un sólo huevo, que la pareja incuba por turnos durante 55 días. A principios de mayo se abre el cascarón y los padres alimentan al polluelo hasta que puede emprender el vuelo. Hasta entonces siempre se encuentra un adulto en el nido, que no abandona si no se le ataca violentamente.

Las aves adultas son sedentarias y permanecen todo el año ligadas a la colonia, aunque en ocasiones pueden pasar varios días seguidos fuera de la misma, buscando comida, especialmente fuera de la época de reproducción. Su comportamiento es menos gregario que el del buitre leonado.
Los individuos jóvenes se dispersan a grandes distancias en su primera etapa de vida, en largos viajes exploratorios, al emanciparse de los padres, que les llevan hasta a 600 km de la colonia, aunque otros se asientan en áreas próximas al lugar de nacimiento, utilizando dormideros comunales y se alimentan con frecuencia en muladares.

Posiblemente la mayor causa de mortalidad de la especie sea el veneno. Otras amenazas importantes son la explotación inadecuada de determinadas masas forestales, la eliminación sistemática de carroñas y la gestión inadecuada de los montes (apertura de pistas, cortafuegos, accesos a excursionistas, etc.).


Alimoche común, Abanto o Buitre egipcio (Neophron percnopterus)

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Alimoche común, Abanto o Buitre egipcio (Neophron percnopterus)

Es el buitre mas pequeño que se puede ver en el viejo mundo. Los jóvenes son pardo-oscuro, manchados de leonado; la parte desnuda de la cabeza, gris claro; los adultos, a partir de los 5 años de edad, se caracterizan por su cabeza, cara y mejillas desnudas, amarillas; pico amarillo con punta negra y patas amarillas, cuerpo blanco, alas blancas con extremos grises y negros y cola blanca y ancha. Miden unos 80-90 centímetros de la punta del pico a la cola, teniendo una envergadura de 150-170 cm y un peso promedio de unos dos kilos. Vuelan normalmente en solitario, aunque a veces siguen a otros congéneres o incluso a buitres de otras especies y cuervos.

Este buitre suele ser uno de los últimos animales en probar las carroñas de las que se alimenta. Cuando otras especies mayores ya han acabado con casi toda la carne, el alimoche acude para engullir los restos de piel y carne que quedan enganchados entre los huesos. Complementa su dieta con insectos y pequeños animales (roedores, reptiles, batracios, crustáceos, moluscos…), así como todo tipo de desechos y heces animales. También engulle huevos, que rompe levantándolos con el pico y lanzándolos contra las rocas (en la zona del norte de África, los alimoches logran romper la gruesa cáscara de los huevos de avestruz tomando una piedra y lanzándola repetidamente hasta que el cascarón cede, siendo éste uno de los pocos casos de uso de herramientas en el mundo animal. Los alimoches también son visitantes habituales de los vertederos, donde se atiborran de basuras humanas. Todo lo que desechan los demás, es aprovechado por los alimoches.

Anidan normalmente en abrigos situados sobre acantilados y valles recortados, aprovechando una cornisa o una cavidad de pared rocosa donde realizan su puesta entre marzo y abril en un nido forrado de pelos de animal, lana de oveja, trapos, ramas y huesos. Transportan estos materiales con el pico, al contrario que el resto de buitres, que lo hacen sujetándolos con sus garras.
Ponen dos huevos blancos, manchados de pardo; la incubación corre a cargo de ambos padres, durante unos 40 días a partir de la puesta del primer huevo; los pollos vuelan tras unos 75 días. Normalmente sale adelante sólo uno de ellos.

En España, el Alimoche común es normalmente un visitante estival, aunque existen poblaciones sedentarias en las islas de Menorca y Mallorca. Pasan el invierno en África Subsahariana y cruzan el estrecho de Gibraltar a principios de Marzo. Se extienden por toda la geografía española para reproducirse, ocupando cada pareja el mismo territorio año tras año. Abandonan el país a finales del mes de septiembre. Los pollos cruzarán el estrecho de Gibraltar con sus padres y pasarán en África los primeros cinco años de su vida hasta alcanzar la madurez sexual, regresando a la península Ibérica, si logra sobrevivir, para formar una nueva familia.

Cigüeña blanca (Ciconia ciconia)

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Cigüeña blanca (Ciconia ciconia)
La cigüeña blanca (Ciconia ciconia) es una especie de ave Ciconiiforme de la familia Ciconiidae. En Europa, esta gran ave migratoria es una especie muy querida que, con frecuencia, anida en los tejados, chimeneas y campanarios de iglesias.
Es un ave muy grande; una cigüeña adulta puede alcanzar una altura de 100-125 centímetros, con una envergadura alar que puede alcanzar los 2 metros, y un peso de 2,3-4,5 kg. Posee un plumaje blanco, excepto en las puntas de las alas, donde es de color negro.
Tiene un pico puntiagudo, alargado y de color rojo que emplea para rebuscar en lodazales, capturar peces, insectos o incluso pequeños reptiles. En los juveniles el pico es negro.
Se alimenta en los campos y en lugares abiertos, donde hay humedad y mucha vida animal. En otoño, las cigüeñas europeas vuelan en bandadas en dirección sur, hacia África, y en primavera suelen volver al nido que dejaron seis meses atrás. Es habitual que se sirvan del mismo nido durante muchos años. Las cigüeñas emiten un característico sonido rítmico con repetidos golpeteos del pico. El sonido que emiten las cigüeñas, y por el que se comunican entre ellas, se llama crotorar. En los inicios de primavera o finales de invierno, inician el cortejo con su golpeteo de pico y la danza característica (torciendo el cuello de abajo hasta la dirección de cola)
Cría en buena parte de la Europa templada (llegando a Estonia por el norte), noroeste de África, y suroeste de Asia. Pasa el invierno en la África tropical y en el Subcontinente Indio.
Habita en zonas pantanosas e inundables y áreas de cultivo abiertas, donde puede encontrar su alimento.
La población mundial se estima en unas 230.000 parejas. A nivel mundial se considera no amenazada, aunque en algunos países y regiones su población es escasa.
La mejor época para observar el vuelo de las cigüeñas comienza en la primera quincena de febrero y llega hasta finales de verano, momento en el que comienzan a planificar la nueva migración.
Para ello, se reúnen en las praderas, desde donde se alzan en círculos cada vez más altos, aunque, por la noche, vuelven a sus nidos. Con los primeros síntomas del invierno, no obstante, se marcharán definitivamente en bandadas fáciles de ver durante el día, a gran altura, aunque sin mantener ningún orden determinado.
En la actualidad estas aves están cambiando su hábitos migratorios quedándose en la zona de nidificación. En nuestro país habitan colonias de estas aves llegando a nidificar en antenas, grúas y edificios varios. Desplazándose durante el día a las zonas húmedas, en las que encuentran su alimento y regresando al atardecer en grupos hasta su posición nocturna.
En la cultura occidental, la cigüeña blanca es un símbolo de maternidad. En la época victoriana, los detalles de reproducción humana eran difíciles de enfocar, sobre todo en respuesta a la pregunta: "¿De dónde vengo?", realizada por niños pequeños, en su curiosidad. "Te trajo la cigüeña", fue la táctica utilizada por los padres para evitar la discusión en temas de sexo. Esta costumbre se deriva de una antigua superstición popular, que planteaba que las cigüeñas eran precursores de felicidad y prosperidad, y, posiblemente, de la costumbre de algunas cigüeñas de anidar en la cima de las chimeneas, por donde resulta fácil imaginar que la cigüeña dejaría caer al bebé.
La imagen de una cigüeña con un bebé envuelto en una eslinga en su pico es común en la cultura popular. Los pequeños parches de color rosa o rojizo que a menudo se encuentran en los niños recién nacidos en los párpados, entre los ojos, en el labio superior, y en la nuca a veces son llamados todavía "picaduras de cigüeña". De hecho, son grupos de venas que con frecuencia se desvanecen pronto.
La función folclórica de la cigüeña como una portadora de bebés, buena suerte y prosperidad podrían ser originarios de los Países Bajos, el norte de Alemania o de Polonia donde es común su aparición en cuentos para niños

Piquituerto común (Loxia curvirostra)

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Piquituerto común (Loxia curvirostra)
Clasificación científica
Reino:             Animalia
Filo:                Chordata
Clase:             Aves
Orden:            Passeriformes
Familia:          Fringillidae
Género:          Loxia
Especie:         Loxia curvirostra
El Piquituerto común (Loxia curvirostra), es una pequeña ave paseriforme de la familia de los fringílidos. Se reproduce en los bosques pinos y abetos de Norteamérica, Europa y Asia. La pareja construye un nido con ramitas, musgo y cortezas, tapizado con pelo o lana, de forma esférica, lo sitúa a media altura en los pinos, siendo la puesta de entre 3 y 5 huevos; suelen criar varias veces en el mismo año e incluso, en pleno invierno, se han detectado nidos.
El piquituerto es un ave básicamente residente, pero si la comida es insuficiente, realiza migraciones al sur. Esta especie viaja en grandes bandadas fuera del período de apareamiento, y a menudo se mezcla con otros paseriformes. Son pájaros muy confiados, escandalosos, gregarios, que se desplazan en grupos, lanzando habitualmente trinos parecidos a los del verderón, desde sus atalayas habituales, posados en las copas y extremos de ramas.
Los machos adultos suelen ser de color rojo intenso o anaranjado, mientras las hembras son de color verde oliváceo o amarillo, pero hay muchas variantes. Los jóvenes presentan un plumaje grisáceo, moteado que le ayudan a camuflarse con gran facilidad.
El Piquituerto es un pájaro robusto, de tamaño pequeño-mediano, siendo algo mayor que un gorrión; mide unos 16 a 17 cm y una envergadura de 28 a 30 cm; destaca por su aparente corpulencia, cabeza ancha, mandíbulas entrecruzadas y su cola ahorquillada; pesa entre 34 y 39 gramos. Puede vivir hasta 5 años.
Los piquituertos se caracterizan por las mandíbulas, que están torcidas en la punta, a modo de tenazas, de lo que deriva su nombre común. Se alimentan casi exclusivamente de los conos de coníferas, especialmente los de las piceas. La forma extraña de su pico es una adaptación que les permite extraer las semillas del cono. Su forma de alimentarse está estrechamente unida al desarrollo de las piñas y brotes tiernos de pino. Muchas veces lo vemos dando vueltas y vueltas a la misma piña, hasta que logra abrirla por completo. Es curioso, que cuando nace el pollo, tiene el pico recto, curvándose a las pocas semanas sus puntas, hasta llegar a cruzarse.
Su depredador clásico es el Gavilán (Accipiter nisus) que les ataca desde la espesura, donde vigila los puntos de agua en que se suelen concentrar para beber.

Garza real europea (Ardea cinerea)

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Garza real (Ardea cinérea)

Clasificación científica
Reino:            Animalia
Filo:                Chordata
Clase:             Aves
Orden:           Pelecaniformes
Familia:         Ardeidae
Género:         Ardea
Especie:        Ardea cinerea

La Garza real (Ardea cinerea) es una especie de ave pelecaniforme de la familia Ardeidae, nativa de Europa y de Asia templada, incluso de parte de África. Es residente en zonas templadas pero muchas migran en verano a zonas más frías y en invierno a zonas más cálidas.

La garza real es un ave de gran tamaño, de figura estilizada, largo cuello y coloración generalmente grisácea, con un diseño variable según la edad y la época del año.  Se distribuye ampliamente por Europa central y meridional. Su longitud es de unos 90 cm y su envergadura puede alcanzar los 190 cm. Llega a pesar unos 2 kg. Tiene patas y cuello largos y un pico en forma de daga.

Durante el periodo reproductor, la cabeza de los adultos luce una coloración blanca y aparece adornada por una línea negra y un par de largas plumas de este mismo color, en tanto que el cuello, blanco también, se halla surcado longitudinalmente por dos bandas paralelas negruzcas. El largo y afilado pico presenta un tono rojizo, y las regiones dorsales son mayoritariamente cenicientas, con una llamativa mancha negra en los hombros. Fuera de la época de cría, el diseño es menos contrastado, sin las plumas ornamentales de la cabeza y con el pico amarillento. Tiene un vuelo pausado, con su largo cuello retraído en forma de “S” y las alas arqueadas, adoptando una postura característica, con las patas estiradas sobresaliendo por detrás de la cola.

Durante la época de cría, la garza real, muestra un carácter muy gregario y nidifica en colonias o “pajareras”, anidando en árboles y cañaverales, a las que se unen otras especies de garzas o, incluso, cigüeñas; de esta forma se protegen en la seguridad de la multitud. Sin embargo, el resto del tiempo es un ave solitaria.
Los emplazamientos más habituales para estas agrupaciones —en las que reina una total algarabía— son los pequeños sotos, lagunas, marismas o riberas de agua dulce, siempre que cuenten con vegetación emergente y arbolado en el que instalar sus nidos, así como los bosquetes próximos a algún humedal.
Durante el invierno y en los pasos migratorios se muestra muy poco exigente y es habitual que ocupe todo tipo de humedales, naturales o artificiales (arrozales, salinas, canales de riego o balsas de piscifactorías), así como pastizales, prados o playas.

A mediados de febrero, cuando ya lucen el plumaje nupcial, macho y hembra acuden a la colonia y comienzan la reconstrucción del nido que utilizaron en pasadas temporadas con el necesario aporte de palos y ramas. Tras un ritualizado cortejo, la pareja concluye la plataforma, que tapiza con hierbas y hojas; en ella deposita la hembra de tres a cinco huevos de color verde o azul pálido, que son incubados por ambos adultos durante 25-28 días. Los pollos son capaces de desplazarse por las inmediaciones del nido a los pocos días de nacer, aunque seguirán dependiendo durante un tiempo del alimento que les aportan sus progenitores. Al cabo de 45-55 días, con el plumaje completamente desarrollado, las jóvenes garzas ya son capaces de volar.

Aunque su alimento básico lo constituyen los peces —en general, de buen tamaño—, el carácter oportunista de esta garza la lleva a incluir en su dieta una gran variedad de vertebrados (anfibios, reptiles, pollos de otras aves o pequeños mamíferos), crustáceos, moluscos, lombrices, grandes insectos e, incluso, materia vegetal. La técnica más habitual de caza que utiliza consiste en permanecer inmóvil, al acecho, junto al agua, hasta que pasa alguna de sus posibles presas; una vez localizada, tras un fulminante movimiento del cuello, la pinza con el pico para luego deglutirla.

Relativamente escasa hasta hace 15-20 años en España, la Garza real ha colonizado nuevas zonas en la península y la población ha aumentado sensiblemente en los últimos años. Es parcialmente migradora y su área de migración abarca desde los países escandinavos hasta el norte de África.
Parece que, después de la cría, las aves se dispersan en todas direcciones y a distancias de uno o varios cientos de kilómetros. En invierno, es ave común en cualquier pantano, charca grande o ribera de río, merced al gran número de individuos que, procedentes de otros puntos de Europa, alcanzan la Península para invernar.

Trepador azul (Sitta europea)

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Trepador azul (Sitta europea)

Clasificación científica
Reino:             Animalia
Filo:                Chordata
Clase:             Aves
Orden:            Passeriformes
Familia:          Sittidae
Género:          Sitta
Especie:         S. Europea

Peso:               unos 18 grs. aproximadamente.
Envergadura:  con las alas abiertas pueden medir alrededor de 17 cms.
Longitud:        unos 14 cms. aproximadamente.
Longevidad:   pueden vivir hasta tres años.

El Trepador azul es una de las aves más extraña de nuestros bosques con la habilidad de trepar por los árboles con gran soltura. Su nombre ya nos da una descripción del color principal de su plumaje, el azul, y de su hábito trepador. Bien apoyada en sus cortos tarsos y fuertes garras, avanza a pequeños trechos, enganchada a la corteza de los troncos gracias a la fuerte musculatura de sus patas, provistas de uñas afiladas. Recorre con frecuencia los troncos cabeza abajo con la mayor naturalidad del mundo, otorgándole el privilegio de ser una de las aves más acrobáticas del bosque.
De tamaño parecido a un gorrión, de tonos azulados y ocres; la capa dorsal es gris azulada; alas pardas, con bordes mas claros; cola gris azulada en el centro con las plumas laterales negras; cabeza con una banda estrecha, que atraviesa los ojos, de color negro, desde el pico hasta los lados del cuello, muy característica; pecho y abdomen ocráceos; posee un pico largo y fuerte color gris pizarra; no hay diferencia entre sexos.
La alimentación del trepador azul es a base de semillas y bayas (nueces, avellanas, hayucos, bellotas… ) e invertebrados (insectos y arañas, escarabajos, tijeretas y pequeñas orugas). Tiene la curiosa costumbre de acuñar frutos secos entre la corteza de los árboles o en una grieta y lo martillea con grandes picotazos, para luego romper su cáscara y comérselos.
El hábitat natural de esta especie son las arboledas y bosques, tanto pinares de repoblación, como bosques mixtos, también frecuenta parques y jardines.
Una vez llegado el mes de  abril comienza la etapa reproductora y el trepador azul aprovecha los agujeros abandonados de los pájaros carpinteros, como el pico picapinos o el pito real, adaptando el tamaño de la entrada al nuevo tamaño del inquilino, algo más pequeño, que con frecuencia reduce la entrada con barro para defenderlo de aves mayores; pone, en primavera, de 6 a 10 huevos blancos con un punteado pardo rojizo; incubación, sólo por la hembra, de unos 14 días; los pollos, cebados por ambos padres, vuelan después de unos 24 días.

Águila imperial ibérica (Aquila adalberti)

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Águila imperial ibérica (Aquila adalberti)

Clasificación científica
Reino:             Animalia
Filo:                Chordata
Clase:              Aves
Orden:            Accipitriformes
Familia:          Accipitridae
Subfamilia:     Buteoninae
Género:           Aquila
Especie:          Aquila adalberti

El águila imperial ibérica (Aquila adalberti) es una especie de ave accipitriforme de la familia Accipitridae. Es una de las aves endémica de la Península Ibérica. Hasta no hace mucho se le consideraba una subespecie del águila imperial (Aquila heliaca), pero estudios de ADN recientes, sobre ambas aves, demostraron que estaban lo suficientemente separadas como para constituir una especie distinta. El águila imperial ibérica es un ave muy amenazada, en 2011 se estimó una población de unas 300 parejas. Su nombre conmemora al príncipe Adalberto de Baviera.

El plumaje es pardo muy oscuro en todo el cuerpo, excepto en los hombros y la parte alta de las alas, de color blanco. La nuca es ligeramente más pálida que otras partes del cuerpo, y la cola rectangular más oscura, sin bandas claras o líneas blancas como en el águila imperial oriental; las garras son robustas. En el caso de los individuos subadultos, éstos son pardo-rojizos y no desarrollan el plumaje y la madurez sexual de individuos maduros hasta los 5 años de edad. El tamaño medio de los adultos es de entre 78 y 83 cm de altura y 2,8 kg de peso, si bien las hembras, más grandes que los machos, pueden llegar a los 3,5 kg. La envergadura de alas varía entre los 1,8 y 2,1 m.
Viven unos 20 años de media, habiéndose documentado ejemplares de 27 años en el medio natural y de 41 en cautividad.

Históricamente la persecución de esta especie hizo que las parejas supervivientes fueran las que se refugiaron en zonas de difícil acceso y relieve abrupto, generalmente en zonas de montaña. Su recuperación ha llevado a que las nuevas parejas, y también algunas antiguas vayan ocupando espacios de llanura y monte bajo.

Habita en encinares y alcornocales de sierras, llanuras con amplias zonas despejadas en las cercanías, estando presente, a veces, en zonas de pinos entremezclados con matorral mediterráneo. Se ha constatado incluso en zonas de dunas y marismas cercanas a la costa. Sus mayores densidades se alcanzan en terrenos llanos o con relieves suaves, con formaciones arbóreas de importancia, aunque no dominantes, como las dehesas, y con buenas poblaciones de conejos.
Dentro del territorio del águila, de su zona de campeo, se pueden distinguir tres zonas: la zona de nidificación, la zona de alimentación cercana que es el cazadero más habitual, siendo defendido por la pareja para su uso exclusivo, y la zona de alimentación lejana que se usa de manera más ocasional, siendo su uso compartido con otras parejas y otras rapaces, y se usa con más frecuencia fuera de la época de cría.
Al contrario que el águila imperial oriental de Eurasia y África oriental, la especie ibérica no emigra. Cada pareja defiende su zona de caza y reproducción (unas 2.000 hectáreas) durante todo el año.

La mayor parte de su alimentación lo constituyen los conejos, que cazan en solitario o en pareja. También depreda sobre liebres, palomas, cuervos y otras aves; en menor medida zorros, ardillas terrestres y pequeños roedores; pueden alimentarse ocasionalmente de carroña, sobretodo en invierno. Caza en terrenos abiertos capturando las piezas desde el aire, aunque los ejemplares jóvenes suelen cazar más al acecho. En ocasiones la pareja sale a cazar juntos; mientras uno levanta la presa el otro la captura.

A principios de año comienza su llamativo cortejo, de manera que hacia marzo ya están las parejas consolidadas. El águila imperial ibérica es monógama. En la época de celo las águilas reacondicionan uno de los nidos que han usado durante años anteriores, rotando de uno a otro. Estos nidos están situados en la copa de árboles como alcornoques o pinos. Es en esta época, durante la reproducción, es cuando más sensible es el águila imperial a la presencia humana. Incluso puede abandonar la puesta si es molestado y nidificar de nuevo en un lugar más tranquilo.
La puesta típica consta de 4 a 5 huevos que se incuban durante 43 días. Al contrario de lo que ocurre con las águilas reales, los dos polluelos suelen llegar a adultos, excepcionalmente incluso tres. Si el año es malo y hay poca comida, el pollo mayor la acapara y puede ser el único que sobrevive; no obstante, se puede asegurar que el águila imperial ibérica no practica el cainismo.
Cuando necesitan ir en busca de comida, los padres cubren los huevos o polluelos con hojas y ramas para evitar que sean descubiertos por los depredadores, algo que a veces no es suficiente, terminando con alguno de los pollos capturado por un águila real o, en el caso de los nidos mas bajos, incluso un zorro u otro carnívoro de tamaño medio.
Los jóvenes abandonan el nido entre 65 y 78 días después de nacer, pero continúan viviendo en las inmediaciones y siendo alimentados por los padres durante 4 meses. Pasado este tiempo, se independizan y emprenden una vida nómada. Cuando alcanzan la madurez sexual suelen visitar los límites de los territorios de parejas sedentarias a la búsqueda de algún individuo de sexo contrario «soltero» o «viudo». Los jóvenes nómadas son frecuentemente atacados por las parejas de adultos en cuyos territorios se han adentrado.

Por primera vez en 50 años, el águila imperial ibérica supera ya las 400 parejas reproductoras en España y Portugal, según los datos del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente (MAGRAMA). La SEO, la Sociedad Española de Ornitología, afirma que es "una buena noticia" pero que se tardará todavía tres años más en alcanzar el objetivo fijado por los expertos de 500 parejas. En España, cinco comunidades autónomas acogen ejemplares de esta especie emblemática de nuestra fauna: Madrid, Castilla y León, Extremadura, Castilla-La Mancha y Andalucía
La recuperación de la rapaz más amenazada de Europa es ya un hecho. En 2013 se ha censado un mínimo de 407 parejas en toda la Península Ibérica, 396 en España y 11 en Portugal. Castilla-La Mancha es la región que alberga una mayor cantidad de parejas (al menos 150 parejas); seguida de Andalucía, con 91; Castilla y León, con 56; Extremadura, con 50 y Madrid, con 49.
"Sin lugar a dudas es una gran noticia", como asegura la SEO (Sociedad Española de Ornitología). Sobre todo si tenemos en cuenta que en el año 2004 contábamos sólo con 198 parejas, y ahora mismo hemos doblado esa cifra en España".
Águila imperial ibérica (Aquila adalberti) Clasificación científica Reino: Animalia Filo: Chordata Clase: Aves Orden: Accipitriformes Familia: Accipitridae Subfamilia: Buteoninae Género: Aquila Especie: Aquila adalberti El águila imperial ibérica (Aquila adalberti) es una especie de ave accipitriforme de la familia Accipitridae. Es una de las aves endémica de la Península Ibérica. Hasta no hace mucho se le consideraba una subespecie del águila imperial (Aquila heliaca), pero estudios de ADN recientes, sobre ambas aves, demostraron que estaban lo suficientemente separadas como para constituir una especie distinta. El águila imperial ibérica es un ave muy amenazada, en 2011 se estimó una población de unas 300 parejas. Su nombre conmemora al príncipe Adalberto de Baviera. El plumaje es pardo muy oscuro en todo el cuerpo, excepto en los hombros y la parte alta de las alas, de color blanco. La nuca es ligeramente más pálida que otras partes del cuerpo, y la cola rectangular más oscura, sin bandas claras o líneas blancas como en el águila imperial oriental; las garras son robustas. En el caso de los individuos subadultos, éstos son pardo-rojizos y no desarrollan el plumaje y la madurez sexual de individuos maduros hasta los 5 años de edad. El tamaño medio de los adultos es de entre 78 y 83 cm de altura y 2,8 kg de peso, si bien las hembras, más grandes que los machos, pueden llegar a los 3,5 kg. La envergadura de alas varía entre los 1,8 y 2,1 m. Viven unos 20 años de media, habiéndose documentado ejemplares de 27 años en el medio natural y de 41 en cautividad. Históricamente la persecución de esta especie hizo que las parejas supervivientes fueran las que se refugiaron en zonas de difícil acceso y relieve abrupto, generalmente en zonas de montaña. Su recuperación ha llevado a que las nuevas parejas, y también algunas antiguas vayan ocupando espacios de llanura y monte bajo. Habita en encinares y alcornocales de sierras, llanuras con amplias zonas despejadas en las cercanías, estando presente, a veces, en zonas de pinos entremezclados con matorral mediterráneo. Se ha constatado incluso en zonas de dunas y marismas cercanas a la costa. Sus mayores densidades se alcanzan en terrenos llanos o con relieves suaves, con formaciones arbóreas de importancia, aunque no dominantes, como las dehesas, y con buenas poblaciones de conejos. Dentro del territorio del águila, de su zona de campeo, se pueden distinguir tres zonas: la zona de nidificación, la zona de alimentación cercana que es el cazadero más habitual, siendo defendido por la pareja para su uso exclusivo, y la zona de alimentación lejana que se usa de manera más ocasional, siendo su uso compartido con otras parejas y otras rapaces, y se usa con más frecuencia fuera de la época de cría. Al contrario que el águila imperial oriental de Eurasia y África oriental, la especie ibérica no emigra. Cada pareja defiende su zona de caza y reproducción (unas 2.000 hectáreas) durante todo el año. La mayor parte de su alimentación lo constituyen los conejos, que cazan en solitario o en pareja. También depreda sobre liebres, palomas, cuervos y otras aves; en menor medida zorros, ardillas terrestres y pequeños roedores; pueden alimentarse ocasionalmente de carroña, sobretodo en invierno. Caza en terrenos abiertos capturando las piezas desde el aire, aunque los ejemplares jóvenes suelen cazar más al acecho. En ocasiones la pareja sale a cazar juntos; mientras uno levanta la presa el otro la captura. A principios de año comienza su llamativo cortejo, de manera que hacia marzo ya están las parejas consolidadas. El águila imperial ibérica es monógama. En la época de celo las águilas reacondicionan uno de los nidos que han usado durante años anteriores, rotando de uno a otro. Estos nidos están situados en la copa de árboles como alcornoques o pinos. Es en esta época, durante la reproducción, es cuando más sensible es el águila imperial a la presencia humana. Incluso puede abandonar la puesta si es molestado y nidificar de nuevo en un lugar más tranquilo. La puesta típica consta de 4 a 5 huevos que se incuban durante 43 días. Al contrario de lo que ocurre con las águilas reales, los dos polluelos suelen llegar a adultos, excepcionalmente incluso tres. Si el año es malo y hay poca comida, el pollo mayor la acapara y puede ser el único que sobrevive; no obstante, se puede asegurar que el águila imperial ibérica no practica el cainismo. Cuando necesitan ir en busca de comida, los padres cubren los huevos o polluelos con hojas y ramas para evitar que sean descubiertos por los depredadores, algo que a veces no es suficiente, terminando con alguno de los pollos capturado por un águila real o, en el caso de los nidos mas bajos, incluso un zorro u otro carnívoro de tamaño medio. Los jóvenes abandonan el nido entre 65 y 78 días después de nacer, pero continúan viviendo en las inmediaciones y siendo alimentados por los padres durante 4 meses. Pasado este tiempo, se independizan y emprenden una vida nómada. Cuando alcanzan la madurez sexual suelen visitar los límites de los territorios de parejas sedentarias a la búsqueda de algún individuo de sexo contrario «soltero» o «viudo». Los jóvenes nómadas son frecuentemente atacados por las parejas de adultos en cuyos territorios se han adentrado. Por primera vez en 50 años, el águila imperial ibérica supera ya las 400 parejas reproductoras en España y Portugal, según los datos del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente (MAGRAMA). La SEO, la Sociedad Española de Ornitología, afirma que es "una buena noticia" pero que se tardará todavía tres años más en alcanzar el objetivo fijado por los expertos de 500 parejas. En España, cinco comunidades autónomas acogen ejemplares de esta especie emblemática de nuestra fauna: Madrid, Castilla y León, Extremadura, Castilla-La Mancha y Andalucía La recuperación de la rapaz más amenazada de Europa es ya un hecho. En 2013 se ha censado un mínimo de 407 parejas en toda la Península Ibérica, 396 en España y 11 en Portugal. Castilla-La Mancha es la región que alberga una mayor cantidad de parejas (al menos 150 parejas); seguida de Andalucía, con 91; Castilla y León, con 56; Extremadura, con 50 y Madrid, con 49. "Sin lugar a dudas es una gran noticia", como asegura la SEO (Sociedad Española de Ornitología). Sobre todo si tenemos en cuenta que en el año 2004 contábamos sólo con 198 parejas, y ahora mismo hemos doblado esa cifra en España". Copy and WIN : http://bit.ly/copy_win

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Águila imperial ibérica (Aquila adalberti) Clasificación científica Reino: Animalia Filo: Chordata Clase: Aves Orden: Accipitriformes Familia: Accipitridae Subfamilia: Buteoninae Género: Aquila Especie: Aquila adalberti El águila imperial ibérica (Aquila adalberti) es una especie de ave accipitriforme de la familia Accipitridae. Es una de las aves endémica de la Península Ibérica. Hasta no hace mucho se le consideraba una subespecie del águila imperial (Aquila heliaca), pero estudios de ADN recientes, sobre ambas aves, demostraron que estaban lo suficientemente separadas como para constituir una especie distinta. El águila imperial ibérica es un ave muy amenazada, en 2011 se estimó una población de unas 300 parejas. Su nombre conmemora al príncipe Adalberto de Baviera. El plumaje es pardo muy oscuro en todo el cuerpo, excepto en los hombros y la parte alta de las alas, de color blanco. La nuca es ligeramente más pálida que otras partes del cuerpo, y la cola rectangular más oscura, sin bandas claras o líneas blancas como en el águila imperial oriental; las garras son robustas. En el caso de los individuos subadultos, éstos son pardo-rojizos y no desarrollan el plumaje y la madurez sexual de individuos maduros hasta los 5 años de edad. El tamaño medio de los adultos es de entre 78 y 83 cm de altura y 2,8 kg de peso, si bien las hembras, más grandes que los machos, pueden llegar a los 3,5 kg. La envergadura de alas varía entre los 1,8 y 2,1 m. Viven unos 20 años de media, habiéndose documentado ejemplares de 27 años en el medio natural y de 41 en cautividad. Históricamente la persecución de esta especie hizo que las parejas supervivientes fueran las que se refugiaron en zonas de difícil acceso y relieve abrupto, generalmente en zonas de montaña. Su recuperación ha llevado a que las nuevas parejas, y también algunas antiguas vayan ocupando espacios de llanura y monte bajo. Habita en encinares y alcornocales de sierras, llanuras con amplias zonas despejadas en las cercanías, estando presente, a veces, en zonas de pinos entremezclados con matorral mediterráneo. Se ha constatado incluso en zonas de dunas y marismas cercanas a la costa. Sus mayores densidades se alcanzan en terrenos llanos o con relieves suaves, con formaciones arbóreas de importancia, aunque no dominantes, como las dehesas, y con buenas poblaciones de conejos. Dentro del territorio del águila, de su zona de campeo, se pueden distinguir tres zonas: la zona de nidificación, la zona de alimentación cercana que es el cazadero más habitual, siendo defendido por la pareja para su uso exclusivo, y la zona de alimentación lejana que se usa de manera más ocasional, siendo su uso compartido con otras parejas y otras rapaces, y se usa con más frecuencia fuera de la época de cría. Al contrario que el águila imperial oriental de Eurasia y África oriental, la especie ibérica no emigra. Cada pareja defiende su zona de caza y reproducción (unas 2.000 hectáreas) durante todo el año. La mayor parte de su alimentación lo constituyen los conejos, que cazan en solitario o en pareja. También depreda sobre liebres, palomas, cuervos y otras aves; en menor medida zorros, ardillas terrestres y pequeños roedores; pueden alimentarse ocasionalmente de carroña, sobretodo en invierno. Caza en terrenos abiertos capturando las piezas desde el aire, aunque los ejemplares jóvenes suelen cazar más al acecho. En ocasiones la pareja sale a cazar juntos; mientras uno levanta la presa el otro la captura. A principios de año comienza su llamativo cortejo, de manera que hacia marzo ya están las parejas consolidadas. El águila imperial ibérica es monógama. En la época de celo las águilas reacondicionan uno de los nidos que han usado durante años anteriores, rotando de uno a otro. Estos nidos están situados en la copa de árboles como alcornoques o pinos. Es en esta época, durante la reproducción, es cuando más sensible es el águila imperial a la presencia humana. Incluso puede abandonar la puesta si es molestado y nidificar de nuevo en un lugar más tranquilo. La puesta típica consta de 4 a 5 huevos que se incuban durante 43 días. Al contrario de lo que ocurre con las águilas reales, los dos polluelos suelen llegar a adultos, excepcionalmente incluso tres. Si el año es malo y hay poca comida, el pollo mayor la acapara y puede ser el único que sobrevive; no obstante, se puede asegurar que el águila imperial ibérica no practica el cainismo. Cuando necesitan ir en busca de comida, los padres cubren los huevos o polluelos con hojas y ramas para evitar que sean descubiertos por los depredadores, algo que a veces no es suficiente, terminando con alguno de los pollos capturado por un águila real o, en el caso de los nidos mas bajos, incluso un zorro u otro carnívoro de tamaño medio. Los jóvenes abandonan el nido entre 65 y 78 días después de nacer, pero continúan viviendo en las inmediaciones y siendo alimentados por los padres durante 4 meses. Pasado este tiempo, se independizan y emprenden una vida nómada. Cuando alcanzan la madurez sexual suelen visitar los límites de los territorios de parejas sedentarias a la búsqueda de algún individuo de sexo contrario «soltero» o «viudo». Los jóvenes nómadas son frecuentemente atacados por las parejas de adultos en cuyos territorios se han adentrado. Por primera vez en 50 años, el águila imperial ibérica supera ya las 400 parejas reproductoras en España y Portugal, según los datos del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente (MAGRAMA). La SEO, la Sociedad Española de Ornitología, afirma que es "una buena noticia" pero que se tardará todavía tres años más en alcanzar el objetivo fijado por los expertos de 500 parejas. En España, cinco comunidades autónomas acogen ejemplares de esta especie emblemática de nuestra fauna: Madrid, Castilla y León, Extremadura, Castilla-La Mancha y Andalucía La recuperación de la rapaz más amenazada de Europa es ya un hecho. En 2013 se ha censado un mínimo de 407 parejas en toda la Península Ibérica, 396 en España y 11 en Portugal. Castilla-La Mancha es la región que alberga una mayor cantidad de parejas (al menos 150 parejas); seguida de Andalucía, con 91; Castilla y León, con 56; Extremadura, con 50 y Madrid, con 49. "Sin lugar a dudas es una gran noticia", como asegura la SEO (Sociedad Española de Ornitología). Sobre todo si tenemos en cuenta que en el año 2004 contábamos sólo con 198 parejas, y ahora mismo hemos doblado esa cifra en España". Copy and WIN : http://bit.ly/copy_win

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Águila imperial ibérica (Aquila adalberti) Clasificación científica Reino: Animalia Filo: Chordata Clase: Aves Orden: Accipitriformes Familia: Accipitridae Subfamilia: Buteoninae Género: Aquila Especie: Aquila adalberti El águila imperial ibérica (Aquila adalberti) es una especie de ave accipitriforme de la familia Accipitridae. Es una de las aves endémica de la Península Ibérica. Hasta no hace mucho se le consideraba una subespecie del águila imperial (Aquila heliaca), pero estudios de ADN recientes, sobre ambas aves, demostraron que estaban lo suficientemente separadas como para constituir una especie distinta. El águila imperial ibérica es un ave muy amenazada, en 2011 se estimó una población de unas 300 parejas. Su nombre conmemora al príncipe Adalberto de Baviera. El plumaje es pardo muy oscuro en todo el cuerpo, excepto en los hombros y la parte alta de las alas, de color blanco. La nuca es ligeramente más pálida que otras partes del cuerpo, y la cola rectangular más oscura, sin bandas claras o líneas blancas como en el águila imperial oriental; las garras son robustas. En el caso de los individuos subadultos, éstos son pardo-rojizos y no desarrollan el plumaje y la madurez sexual de individuos maduros hasta los 5 años de edad. El tamaño medio de los adultos es de entre 78 y 83 cm de altura y 2,8 kg de peso, si bien las hembras, más grandes que los machos, pueden llegar a los 3,5 kg. La envergadura de alas varía entre los 1,8 y 2,1 m. Viven unos 20 años de media, habiéndose documentado ejemplares de 27 años en el medio natural y de 41 en cautividad. Históricamente la persecución de esta especie hizo que las parejas supervivientes fueran las que se refugiaron en zonas de difícil acceso y relieve abrupto, generalmente en zonas de montaña. Su recuperación ha llevado a que las nuevas parejas, y también algunas antiguas vayan ocupando espacios de llanura y monte bajo. Habita en encinares y alcornocales de sierras, llanuras con amplias zonas despejadas en las cercanías, estando presente, a veces, en zonas de pinos entremezclados con matorral mediterráneo. Se ha constatado incluso en zonas de dunas y marismas cercanas a la costa. Sus mayores densidades se alcanzan en terrenos llanos o con relieves suaves, con formaciones arbóreas de importancia, aunque no dominantes, como las dehesas, y con buenas poblaciones de conejos. Dentro del territorio del águila, de su zona de campeo, se pueden distinguir tres zonas: la zona de nidificación, la zona de alimentación cercana que es el cazadero más habitual, siendo defendido por la pareja para su uso exclusivo, y la zona de alimentación lejana que se usa de manera más ocasional, siendo su uso compartido con otras parejas y otras rapaces, y se usa con más frecuencia fuera de la época de cría. Al contrario que el águila imperial oriental de Eurasia y África oriental, la especie ibérica no emigra. Cada pareja defiende su zona de caza y reproducción (unas 2.000 hectáreas) durante todo el año. La mayor parte de su alimentación lo constituyen los conejos, que cazan en solitario o en pareja. También depreda sobre liebres, palomas, cuervos y otras aves; en menor medida zorros, ardillas terrestres y pequeños roedores; pueden alimentarse ocasionalmente de carroña, sobretodo en invierno. Caza en terrenos abiertos capturando las piezas desde el aire, aunque los ejemplares jóvenes suelen cazar más al acecho. En ocasiones la pareja sale a cazar juntos; mientras uno levanta la presa el otro la captura. A principios de año comienza su llamativo cortejo, de manera que hacia marzo ya están las parejas consolidadas. El águila imperial ibérica es monógama. En la época de celo las águilas reacondicionan uno de los nidos que han usado durante años anteriores, rotando de uno a otro. Estos nidos están situados en la copa de árboles como alcornoques o pinos. Es en esta época, durante la reproducción, es cuando más sensible es el águila imperial a la presencia humana. Incluso puede abandonar la puesta si es molestado y nidificar de nuevo en un lugar más tranquilo. La puesta típica consta de 4 a 5 huevos que se incuban durante 43 días. Al contrario de lo que ocurre con las águilas reales, los dos polluelos suelen llegar a adultos, excepcionalmente incluso tres. Si el año es malo y hay poca comida, el pollo mayor la acapara y puede ser el único que sobrevive; no obstante, se puede asegurar que el águila imperial ibérica no practica el cainismo. Cuando necesitan ir en busca de comida, los padres cubren los huevos o polluelos con hojas y ramas para evitar que sean descubiertos por los depredadores, algo que a veces no es suficiente, terminando con alguno de los pollos capturado por un águila real o, en el caso de los nidos mas bajos, incluso un zorro u otro carnívoro de tamaño medio. Los jóvenes abandonan el nido entre 65 y 78 días después de nacer, pero continúan viviendo en las inmediaciones y siendo alimentados por los padres durante 4 meses. Pasado este tiempo, se independizan y emprenden una vida nómada. Cuando alcanzan la madurez sexual suelen visitar los límites de los territorios de parejas sedentarias a la búsqueda de algún individuo de sexo contrario «soltero» o «viudo». Los jóvenes nómadas son frecuentemente atacados por las parejas de adultos en cuyos territorios se han adentrado. Por primera vez en 50 años, el águila imperial ibérica supera ya las 400 parejas reproductoras en España y Portugal, según los datos del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente (MAGRAMA). La SEO, la Sociedad Española de Ornitología, afirma que es "una buena noticia" pero que se tardará todavía tres años más en alcanzar el objetivo fijado por los expertos de 500 parejas. En España, cinco comunidades autónomas acogen ejemplares de esta especie emblemática de nuestra fauna: Madrid, Castilla y León, Extremadura, Castilla-La Mancha y Andalucía La recuperación de la rapaz más amenazada de Europa es ya un hecho. En 2013 se ha censado un mínimo de 407 parejas en toda la Península Ibérica, 396 en España y 11 en Portugal. Castilla-La Mancha es la región que alberga una mayor cantidad de parejas (al menos 150 parejas); seguida de Andalucía, con 91; Castilla y León, con 56; Extremadura, con 50 y Madrid, con 49. "Sin lugar a dudas es una gran noticia", como asegura la SEO (Sociedad Española de Ornitología). Sobre todo si tenemos en cuenta que en el año 2004 contábamos sólo con 198 parejas, y ahora mismo hemos doblado esa cifra en España". Copy and WIN : http://bit.ly/copy_win

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Barlia robertiana u Orquídea gigante (Himantoglossum robertianum)

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 Barlia robertiana u Orquídea gigante 
(Himantoglossum robertianum)


Abejaruco europeo o abejaruco común (Merops apiaster)

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Abejaruco europeo o abejaruco común (Merops apiaster)

Clasificación científica
Reino:             Animalia
Filo:                Chordata
Subfilo:          Vertebrata
Superclase:     Tetrapoda
Clase:             Aves
Orden:            Coraciiformes
Familia:          Meropidae
Género:          Merops
Especie:          Merops Apiaster

El abejaruco europeo o abejaruco común (Merops apiaster) es una especie de ave coraciiforme de la familia Meropidae, característico por la policromía de su plumaje.
Su tamaño es generalmente de 25 a 29 cm de largo, y una envergadura alar de entre 36 y 40 cm, pesa entre 50 y 70 gr. Ave inconfundible por la multitud de colores que presenta: pecho azul, vientre verdoso, cabeza canela, cuello amarillo y la lista negra que adorna su ojo, pico típico de insectívoro, largo, fino y algo curvo.
En el año 1890 el naturalista Edward Wright realizó un estudio sobre la coloración de esta ave, llegando a la conclusión de que todos los colores excepto el rojo estaban presentes en su plumaje, el rojo no estaba presente en su plumaje pero sí en el iris de los ojos de los ejemplares adultos.
Es una especie monotípica, es decir, sin subespecies reconocidas. Posee un agudo sentido de la vista que le permite distinguir una abeja a unos veinte metros. Suele escrudiñar los alrededores desde una atalaya sobre la que se posa en busca de insectos. Cuando divisa alguno que pasa cerca, se lanza sobre el y lo pinza con el pico.
Sus presas preferidas son sobre todo abejas, pero no le desagrada ningún otro insecto volador: mariposas, libélulas, tábanos, avispas y abejorros. A estos últimos, una vez pinzados con el pico, los mata y después los golpea hasta que el aguijón se desprende para poderlos engullir.
Es un ave migradora. Está presente en España en época estival, desde finales de marzo y hasta finales de septiembre. No está presente en alta montaña por encima de los 1.500 m. Viven entre 5 y 10 años.
Existen teorías de que es una especie de origen tropical, debido sobre todo a la variedad de colorido, puesto que las aves de las zonas templadas presentan coloraciones más discretas adaptadas a una función de camuflaje, con algunas excepciones como el martín pescador, la urraca o la oropéndola. Esto habría sido posible gracias a su facilidad para colonizar nuevos territorios como cortes en el terreno de vías ferroviarias, carreteras, autovías, etc.
Vive en zonas abiertas: cultivos, pastizales, con vegetación dispersa; que tengan cortados en las que pueda anidar.
Es un ave gregaria y sociable. Suele posarse a descansar en los cables de tendido eléctrico, casi nunca en el suelo. Posee un vuelo acrobático, con aleteos rápidos y planeos. Nidifica en los taludes del curso medio de los ríos y muy comúnmente en los taludes y terraplenes de las carreteras. Horada un agujero en la pendiente, de trayectoria oblicua de unos 20-30 grados respecto de la horizontal, que puede llegar a los 2 metros de longitud. Al final de dicho agujero acondiciona una pequeña cámara donde pone de 4 a 6 huevos blancos directamente en el suelo y que incuba entre 19 y 21 días.
Abejaruco europeo o abejaruco común (Merops apiaster) Clasificación científica Reino: Animalia Filo: Chordata Subfilo: Vertebrata Superclase: Tetrapoda Clase: Aves Orden: Coraciiformes Familia: Meropidae Género: Merops Especie: Merops Apiaster El abejaruco europeo o abejaruco común (Merops apiaster) es una especie de ave coraciiforme de la familia Meropidae, característico por la policromía de su plumaje. Su tamaño es generalmente de 25 a 29 cm de largo, y una envergadura alar de entre 36 y 40 cm, pesa entre 50 y 70 gr. Ave inconfundible por la multitud de colores que presenta: pecho azul, vientre verdoso, cabeza canela, cuello amarillo y la lista negra que adorna su ojo, pico típico de insectívoro, largo, fino y algo curvo. En el año 1890 el naturalista Edward Wright realizó un estudio sobre la coloración de esta ave, llegando a la conclusión de que todos los colores excepto el rojo estaban presentes en su plumaje, el rojo no estaba presente en su plumaje pero sí en el iris de los ojos de los ejemplares adultos. Es una especie monotípica, es decir, sin subespecies reconocidas. Posee un agudo sentido de la vista que le permite distinguir una abeja a unos veinte metros. Suele escrudiñar los alrededores desde una atalaya sobre la que se posa en busca de insectos. Cuando divisa alguno que pasa cerca, se lanza sobre el y lo pinza con el pico. Sus presas preferidas son sobre todo abejas, pero no le desagrada ningún otro insecto volador: mariposas, libélulas, tábanos, avispas y abejorros. A estos últimos, una vez pinzados con el pico, los mata y después los golpea hasta que el aguijón se desprende para poderlos engullir. Es un ave migradora. Está presente en España en época estival, desde finales de marzo y hasta finales de septiembre. No está presente en alta montaña por encima de los 1.500 m. Viven entre 5 y 10 años. Existen teorías de que es una especie de origen tropical, debido sobre todo a la variedad de colorido, puesto que las aves de las zonas templadas presentan coloraciones más discretas adaptadas a una función de camuflaje, con algunas excepciones como el martín pescador, la urraca o la oropéndola. Esto habría sido posible gracias a su facilidad para colonizar nuevos territorios como cortes en el terreno de vías ferroviarias, carreteras, autovías, etc. Vive en zonas abiertas: cultivos, pastizales, con vegetación dispersa; que tengan cortados en las que pueda anidar. Es un ave gregaria y sociable. Suele posarse a descansar en los cables de tendido eléctrico, casi nunca en el suelo. Posee un vuelo acrobático, con aleteos rápidos y planeos. Nidifica en los taludes del curso medio de los ríos y muy comúnmente en los taludes y terraplenes de las carreteras. Horada un agujero en la pendiente, de trayectoria oblicua de unos 20-30 grados respecto de la horizontal, que puede llegar a los 2 metros de longitud. Al final de dicho agujero acondiciona una pequeña cámara donde pone de 4 a 6 huevos blancos directamente en el suelo y que incuba entre 19 y 21 días. Copy and WIN : http://ow.ly/KNICZ

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Chorlitejo chico (Charadrius dubius)

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Chorlitejo chico (Charadrius dubius)

Clasificación científica
Reino:            Animalia
Filo:                Chordata
Clase:             Aves
Orden:           Charadriiformes
Familia:         Charadriidae
Género:         Charadrius
Especie:        Charadrius dubius

El chorlitejo chico (Charadrius dubius) es una especie de ave Charadriiforme de la familia Charadriidae propia de Europa y Asia Menor. Es un ave migratoria, que inverna en África, formando grandes bandadas cuando se desplaza.
Presenta longitud máxima de 15 cm y una envergadura de 34 a 36 cm. El plumaje de las alas y el dorso es pardogrisáceo, con el vientre blanco y el cuello negro o pardo oscuro. La frente es blanca y presenta una máscara negra alrededor de los ojos. Rodeando el ojo tiene un anillo amarillo, a diferencia del chorlitejo grande que no lo presenta. Las patas son encarnadas y los dedos de los pies palmeados. Ambos sexos iguales.
El cortejo de este chorlitejo empieza con un vuelo nupcial acompañado del canto (repetición cada vez más rápida del grito). Luego, en tierra, el macho exhibe su colorido y por último incita a la hembra a anidar, haciendo hoyos en la arena con ayuda del pecho. La hembra escoge uno de los hoyos, usualmente en grava o guijarros, a veces forrado con unos pocos chinarros o pajitas. De abril a junio, pone 4 huevos en forma de pera, ocráceos pálidos con puntos negros; la incubación es de alrededor de 25 días, por ambos padres; los pollos dejan el nido casi enseguida, volando después de unos 25 días.
El Chorlitejo chico es uno de los raros limícolas que crían en las zonas de interior. Ocupa ambientes vinculados con el agua, preferentemente dulce, en vegas
fluviales, lagunas, arenales aluviales, arrozales y graveras, pero también
en ambientes con mayor concentración de sal, como marismas o salinas.
Suele nidificar en el suelo, generalmente lejos del agua, en zonas desnudas o con vegetación escasa. Lo hace en parejas aisladas o bien en pequeñas colonias, defendiendo un pequeño territorio frente a intrusos principalmente de su misma especie.
Son insectívoros. Se alimenta principalmente de invertebrados: insectos, arañas, moluscos, gusanos... que busca por las orillas recorriéndolas en cortas carreras con paradas en seco, muy características.
Como muchas otras aves que anidan en tierra, el Chorlitejo chico utiliza una estrategia de despistaje, simulando estar herido para distraer a los intrusos que se acercan a su nido.

Cernícalo primilla (Falco naumanni)

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Cernícalo primilla (Falco naumanni)

El cernícalo primilla (Falco naumanni) es una especie de ave falconiforme de la familia Falconidae que se extendía por casi la totalidad de la Península Ibérica, sur de Francia, sur de Italia, los Balcanes y desde el mar Caspio y Anatolia por gran parte de Asia, también se encuentra en el norte de África desde Marruecos hasta Egipto.
De 100.000 parejas en España a finales del siglo XIX se ha pasado a unas 5.000 en la actualidad, por lo que se ha catalogado como especie en peligro de extinción.
El cernícalo primilla es algo más pequeño que el cernícalo común (Falco tinnunculus) tiene una longitud de 30-35 cm y envergadura de 60 a 67 centímetros con un peso de entre 120 y 145 g, todo ello en edad adulta. En plumaje adulto los machos tienen la cabeza gris azulada, el dorso y partes superiores de las alas marrón rojizo sin las manchas negras que caracterizan a su pariente el cernícalo vulgar. Las partes inferiores (pecho y vientre) son de color ocre-crema claro. Las hembras tienen la cabeza marrón castaño densamente rayada longitudinalmente de negro; las partes superiores del mismo marrón castaño barreadas, transversalmente o en forma de "galones", de negro. Los jóvenes de ambos sexos son semejantes a las hembras adultas.
El cernícalo primilla se alimenta de presas vivas, principalmente de insectos, especialmente ortópteros, aunque también de pequeños roedores, mamíferos y aves. Acostumbran a cazar en zonas despejadas de vegetación, aprovecha postes de madera para escudriñar el suelo en busca de presas para caer sobre ellas rápidamente, también utiliza el método de caza conocido como "cernido" en el que se mantiene suspendido a pocos metros del suelo gracias a un rápido aleteo y al timón de su cola, estos dos elementos de su anatomía interactúan perfectamente para mantener la cabeza quieta en un punto y así poder localizar y calcular la distancia a que se encuentra la presa.
Los cernícalos primilla son aves más coloniales que sus primos los cernícalos comunes por lo que suelen encontrarse en colonias, cuyo número de parejas es muy variable, desde dos o tres a más de cien. Crían en huecos de roca, edificios en ruina... donde ponen entre dos y cinco huevos que eclosionan en unos 28 días aproximadamente.
Es un ave migratoria que llega a Europa en primavera y se retira a África en otoño aunque una pequeña población de machos adultos puede permanecer en las zonas más meridionales de España durante el invierno. Los machos adultos llegan antes que las hembras a las colonias para disponerse a iniciar la reproducción.

Alzacola común o rojizo (Cercotrichas galactotes).

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Alzacola común o rojizo (Cercotrichas galactotes).

Reino:            Animalia
Filo:               Chordata
Clase:            Aves
Familia:         Muscicapidae
Género:         Cercotrichas
Especie:        Cercotrichas galactotes

Fotos de este bonito animal que se prestó a una buena sesión.
Espero que gusten.
Un saludo desde la Subbética cordobesa.
Para ver mas fotos, visitar:
https://www.facebook.com/Fotograf%C3%ADa-de-Naturaleza-JM-Gavil%C3%A1n-Do%C3%B1a-Menc%C3%ADa-1787496858141472/
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